La salud financiera es clave para la quietud personal y/o familiar, sobre todo en estos momentos difíciles a esta crisis sanitaria.
Cada día es una nueva oportunidad para tomar decisiones financieras que ayuden a fortalecer, administrar y hasta multiplicar tus acciones y elegir algún producto de inversión. ¿Qué se necesita para empezar a invertir?
Los principales criterios a aplicar son invertir en lo que uno conoce bien y el dinero que no sea necesario para nuestros gastos cotidianos. Además, si pensamos que hemos encontrado una excelente oportunidad de inversión, ser capaces de tolerar la volatilidad en nuestras carteras. Incluso si hay recesión económica, una empresa financieramente saludable podrá aguantar el impacto.
Antes de realizar cualquier tipo de inversión es indispensable que, de acuerdo a su situación económica, establezca unos objetivos financieros en el tiempo y se pregunte qué es lo que desea obtener, económicamente hablando, tanto a corto, mediano y largo plazo. Por supuesto, no se sabe la rentabilidad de estos fondos ya que depende de los movimientos del mercado. Tenga en cuenta que el riesgo de no ganar, o perder, está presente.
Te damos 3 recomendaciones que deberias tener en mente
1.- Confía en el largo plazo
El miedo es algo natural cuando es nuestro dinero el que aparece en escena. Pero los expertos coinciden en que mantener la calma y sortear el pánico en periodos de inestabilidad es la mejor forma de obtener rentabilidad. “El éxito en la inversión lleva tiempo, disciplina y paciencia”. Y así lo han demostrado los datos a lo largo de la historia: cuanto más tiempo se mantiene la inversión y más diversificada está, menor es la probabilidad de perder dinero.
Aunque es complicado seguir esta máxima mientras las bolsas se desploman a niveles históricos por los efectos del covid-19, debemos echar la vista atrás y observar cómo se han comportado los mercados financieros en otras crisis económicas, porque los grandes desplomes a menudo han ido acompañados de fuertes retornos. Por eso hay que tenerlo claro: el tiempo es uno de nuestros mejores aliados al invertir.
2.- Diversifica el riesgo
¿Buscas mayor rentabilidad y estás dispuesto a asumir más riesgos? ¿O, por el contrario, eres más conservador? Da igual. El objetivo de todo inversor es común: ganar dinero y no perderlo. El riesgo siempre está ahí; la idea es reducirlo lo máximo posible en función de tus objetivos financieros. Generalmente, el riesgo y el beneficio van de la mano.
La forma más común de disminuirlo es repartiéndolo. Diversificando la cartera. Si juegas todos tus ahorros a una sola carta y compras acciones de una compañía, por ejemplo, tu rentabilidad estará en manos de esa empresa, de tal manera que si quiebra o registra grandes pérdidas tú también lo harás. Toda tu inversión se verá afectada. Pero si destinas solamente una parte de tus ahorros a las acciones de ese grupo y repartes el resto en otros activos (por ejemplo, en deuda pública o privada, divisas, oro…), el riesgo estará repartido y la posibilidad de anotar pérdidas será menor.
3.- Confía en los expertos
“Invertir no es una habilidad, es una profesión. Debe ser confiada a expertos”. Por tanto se sugiere que se familiarice en el ramo que se quiera a invertir para conocer los pro y los contra, los riesgos que se pueden llevar acabo con su dinero y además que se asesoren con expertos que se relacionan con esta rama financiera, para que su dinero sea invertido de la manera que usted prefiera.
Entonces: ¿es un buen momento para invertir? Sí, siempre es un buen momento.